La investigación ha sido compleja y ha involucrado a varias naciones europeas, con múltiples teorías sobre los responsables.

La detención de Serhii K. representa uno de los pasos más concretos hasta la fecha para identificar a los autores materiales del ataque, apuntando a una posible implicación de un grupo proucraniano, aunque la naturaleza exacta de su afiliación y el respaldo que pudieron haber recibido aún no han sido esclarecidos por las autoridades.