El debate sobre garantías de seguridad para Ucrania se intensifica

Kiev exige un pacto robusto que impida futuras agresiones rusas, mientras las potencias occidentales y Moscú presentan visiones contrapuestas.

El presidente Donald Trump ha manifestado su respaldo a estas garantías, pero con una condición clara: “no habrá soldados de EE.

UU. sobre el terreno”.

En su lugar, propone que naciones europeas como Francia, Alemania y el Reino Unido asuman el despliegue de tropas, con Estados Unidos en un rol de coordinación. El modelo del Artículo 5 de la OTAN, que estipula la defensa colectiva, ha sido mencionado como referencia, aunque Trump ha descartado la adhesión plena de Ucrania a la Alianza. Por su parte, el presidente Volodímir Zelenski ha subrayado la urgencia de concretar una “arquitectura de garantías de seguridad” en un plazo de siete a diez días, como paso previo a cualquier encuentro directo con Vladímir Putin. El paquete en discusión incluiría sistemas de defensa aérea, aviones y otros equipos militares por un valor de 90.000 millones de dólares.

Desde Moscú, la respuesta ha sido tajante.

El canciller Serguéi Lavrov calificó de “utopía” cualquier discusión sobre seguridad que no incluya los intereses rusos y advirtió que el despliegue de tropas extranjeras en Ucrania sería “absolutamente inaceptable”. Esta divergencia fundamental de posturas representa el mayor obstáculo para alcanzar un consenso.