Los líderes del continente, aliviados de que Trump no haya recortado el apoyo a Ucrania, se muestran cautelosos ante sus iniciativas. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha sido una de las voces más críticas y escépticas hacia las intenciones de Rusia, calificando a Vladímir Putin de “depredador” y “fuerza desestabilizadora” en quien no se puede confiar. Macron ha advertido que, si el proceso diplomático fracasa, Europa está dispuesta a intensificar las sanciones contra Moscú.
Esta postura es compartida por otros líderes, quienes insisten en que no se pueden congelar las líneas de batalla sin garantías de seguridad efectivas y verificables. El canciller alemán, Friedrich Merz, por su parte, rechazó la idea de Trump de buscar un acuerdo de paz sin un alto el fuego previo. En conjunto, la posición europea busca asegurar que la paz no se logre a costa de los principios fundamentales del derecho internacional y que Ucrania no sea presionada a aceptar un acuerdo que comprometa su futuro como nación soberana.