Este dinamismo económico beneficia a toda la cadena turística, desde hoteles hasta el comercio local. Para sostener este impulso, la administración distrital avanza en un plan de infraestructura que incluye la construcción de seis muelles turísticos en zonas clave como El Rodadero y Taganga, y la ampliación del aeropuerto Simón Bolívar. Paralelamente, la ciudad promueve su oferta de naturaleza, que abarca desde las 47 playas de su distrito hasta las rutas de ecoturismo y etnoturismo en la Sierra Nevada, en colaboración con las comunidades indígenas. Iniciativas como el festival SamaFest 2025, que reunirá a más de 150 emprendedores y artistas, complementan esta estrategia al fortalecer la economía popular y la identidad cultural local. Según la administración, esta transformación representa “una oportunidad histórica para fortalecer la integración regional, impulsar el desarrollo sostenible y posicionar a Santa Marta como un epicentro cultural y natural”. El evento empresarial “Magdalena Crece”, organizado por la Cámara de Comercio de Santa Marta, también juega un papel crucial al analizar los desafíos y oportunidades para mantener este ritmo de crecimiento.