Los productores temen pérdidas significativas al no poder transportar el café desde las fincas a los centros de acopio. Un caficultor del sector expresó su preocupación: “Hay muchos cafés mojados en los corregimientos que no pueden ser sacados, y los recolectores tienen dificultades para subir debido al mal estado de las vías”. El impacto humano es igualmente alarmante; los residentes se han visto obligados a trasladar a los enfermos en hamacas o a pie por caminos improvisados, ya que los vehículos no pueden acceder a las veredas. Recientemente, un accidente de una volqueta en una vía deteriorada dejó a una persona gravemente herida, evidenciando el peligro constante al que se exponen los habitantes. Ante este panorama, la comunidad ha hecho un llamado urgente a la Gobernación del Magdalena, la Alcaldía de Ciénaga y la Federación Nacional de Cafeteros para que envíen maquinaria amarilla y rehabiliten los caminos, subrayando que el aislamiento pone en riesgo no solo la producción agrícola, sino también el acceso a servicios básicos y la seguridad de las familias.