El aguacero del lunes 20 de octubre arrastró lodo, barro y aguas residuales al interior del colegio, afectando salones, pasillos y zonas comunes, lo que generó un riesgo sanitario por olores nauseabundos y posible contaminación.

Cientos de estudiantes se vieron obligados a permanecer en casa por más de cuatro días. Ante la situación, y cansados de esperar una respuesta oficial, los padres de familia organizaron un plantón para exigir una intervención urgente, argumentando que los problemas de infraestructura del plantel no son nuevos y han sido reportados en ocasiones anteriores sin obtener soluciones efectivas. En respuesta, la Alcaldía Distrital, a través de la Secretaría de Educación, lideró una jornada integral de limpieza y recuperación. La operación incluyó el uso de carrotanques para lavado y desinfección, así como una evaluación de los daños estructurales. La iniciativa contó con la participación activa de docentes, directivos, padres de familia, la Policía Comunitaria, la empresa de servicios públicos Essmar y la operadora de aseo Atesa, quienes sumaron esfuerzos para dejar las instalaciones en óptimas condiciones. La administración distrital reafirmó su compromiso de garantizar entornos escolares seguros y mitigar los riesgos durante la temporada de lluvias.