La diversidad de candidatos y coaliciones refleja un escenario político fragmentado y competitivo.

Martínez, por ejemplo, ha basado su discurso en la fe y la ciudadanía, afirmando: "No tengo plata, tengo fe.

Nuestro proyecto va más allá de los partidos: es un movimiento ciudadano".

Esta elección no solo decidirá quién gobernará el Magdalena, sino que también medirá la fuerza del caicedismo frente a nuevas oposiciones y antiguos aliados.