Según información preliminar, los hombres preguntaron por un guardia en específico y advirtieron que si veían a algún funcionario en las inmediaciones del penal, sufrirían consecuencias.

Este acto de intimidación generó temor entre los trabajadores del INPEC y motivó un refuerzo de la seguridad en el perímetro de la cárcel por parte de la Policía y el Ejército. La situación en Santa Marta se produce en un contexto de aumento de ataques contra guardianes en varias ciudades del país. Días después del suceso, las Autodefensas Conquistadores de la Sierra Nevada (ACSN) difundieron un video en redes sociales en el que rechazaron “rotundamente la ola de violencia que viene afectando todo el personal del INPEC”. En su comunicado, expresaron solidaridad con los funcionarios y sus familias, y aseguraron que “jamás atentarán en contra de ningún funcionario del INPEC y menos hacia integrantes de la fuerza pública”. Además, desmintieron su participación en la circulación de panfletos y llamadas extorsivas a comerciantes y transportadores en Santa Marta y La Guajira.