Hoy, con orgullo, podemos decir que Santa Marta tendrá dos plantas desalinizadoras que garantizarán el acceso al agua potable”.

El proyecto se desarrollará por etapas que incluyen diseño, adquisición de equipos, construcción y puesta en marcha, bajo la operación de la Essmar, convirtiendo a Santa Marta en la ciudad con la segunda planta desalinizadora más grande de América Latina.