La Policía Metropolitana de Santa Marta frustró un intento de robo a gran escala contra la empresa de valores Brinks, ubicada en el edificio del Banco de la República. El operativo resultó en la captura de hasta diez presuntos delincuentes que utilizaron un vehículo clonado y herramientas industriales en un plan que, según las autoridades, llevaba meses de preparación. El intento de hurto, descrito como de película, fue desmantelado gracias a la alerta del personal de seguridad, que detectó irregularidades en el procedimiento de los asaltantes. Estos habían ingresado a la entidad utilizando un vehículo con logos y características que simulaban ser de la transportadora de valores. La rápida reacción policial permitió la captura de cuatro individuos dentro del banco y otros en los alrededores.
Simultáneamente, en El Rodadero, fueron detenidas otras tres personas con herramientas como sopletes y tanques de oxígeno, elementos comúnmente usados para abrir bóvedas.
Las autoridades informaron que los diez detenidos presentan extensos antecedentes judiciales por delitos como concierto para delinquir, homicidio, hurto calificado y porte ilegal de armas. Entre los capturados destaca alias “Cabe”, señalado como cabecilla de la operación, quien había salido recientemente de prisión y presuntamente se valió de información privilegiada. Las investigaciones preliminares vinculan a la organización con un hurto ocurrido en el aeropuerto de La Guajira, lo que sugiere que se trata de una estructura criminal con alcance regional. Este suceso ha encendido las alarmas sobre la seguridad en las entidades financieras de la ciudad y demuestra la creciente sofisticación de las bandas delictivas que operan en la Costa Caribe.
En resumenLa rápida acción coordinada entre la seguridad privada y la Policía Metropolitana fue clave para desmantelar una operación criminal sofisticada, evitando un robo millonario y capturando a una banda con extensos antecedentes penales, lo que resalta la creciente complejidad del crimen organizado en la región.