El gobierno del alcalde Carlos Pinedo Cuello ha priorizado la solución a los problemas crónicos de escasez de agua potable y un sistema de alcantarillado obsoleto en Santa Marta. Se están ejecutando y planificando varios proyectos de alto impacto, incluyendo la rehabilitación de la EBAR Norte y pozos subterráneos, mientras persisten problemas como los derrames de aguas residuales en El Rodadero. La estrategia de la administración es multifacética y aborda tanto el saneamiento básico como el suministro de agua. Uno de los proyectos más significativos es la rehabilitación de la Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) Norte, con una inversión superior a los 31 mil millones de pesos, infraestructura que no había recibido mantenimiento en 28 años.
Esta obra busca solucionar los constantes rebosamientos que afectan a barrios como Bellavista y el Centro Histórico. A esto se suma el avance del Colector Sanitario Bellavista, que ya alcanza un 75% de ejecución. En cuanto al abastecimiento de agua potable, se está llevando a cabo la rehabilitación de doce pozos subterráneos en convenio con Findeter, con una inversión de más de 19 mil millones de pesos, que beneficiará a 20.000 habitantes. De forma paralela, la empresa Essmar reactivó el Pozo 8, mejorando el suministro para más de 4.600 familias. A largo plazo, se adelantan estudios para la construcción de dos plantas desalinizadoras y se encuentra en proceso de licitación el Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado para los próximos 50 años. A pesar de estos avances, la situación sigue siendo crítica en algunas zonas, como El Rodadero, donde la comunidad denuncia constantes derramamientos de aguas residuales que afectan el comercio y la salud pública, evidenciando la urgencia de estas intervenciones.
En resumenLa Alcaldía de Santa Marta está implementando un plan integral para modernizar su infraestructura de acueducto y alcantarillado, con proyectos clave como la rehabilitación de la EBAR Norte y la recuperación de pozos. Aunque estas soluciones a largo plazo avanzan, persisten problemas urgentes como los desbordamientos de aguas residuales en zonas turísticas, lo que subraya la necesidad de acelerar las obras.