La Alcaldía de Santa Marta, en una acción conjunta con la Policía Metropolitana y la Fiscalía, ha anunciado una nueva estrategia de cero tolerancia contra la adulteración y ocultamiento de placas vehiculares. Esta medida busca frenar una práctica que no solo evade controles de tránsito, sino que también facilita la comisión de delitos graves en la ciudad. La nueva política representa un cambio fundamental en el abordaje de esta problemática, al transitar de una simple infracción administrativa a un delito penal. Según el secretario de Movilidad, Fidel Castro Tapia, la manipulación de placas ya no será vista como una “travesura”, sino como una “conducta grave, tipificada como delito en el Código Penal colombiano”.
La decisión se fundamenta en que esta práctica ha sido utilizada sistemáticamente por la delincuencia para cometer hurtos, extorsiones e incluso homicidios, amparándose en el anonimato que proporcionan las matrículas alteradas. La judicialización de los infractores se realizará bajo el cargo de falsedad en documento público, un delito que contempla penas de hasta nueve años de prisión.
Esta es una escalada significativa frente a las sanciones previas, que se limitaban a un comparendo y la inmovilización del vehículo. Para hacer efectiva la medida, las autoridades han intensificado los operativos conjuntos en corredores viales estratégicos como la Troncal del Caribe, la Avenida del Río y el Centro Histórico, empleando tanto verificación visual como electrónica. La administración distrital subraya que la “trazabilidad vehicular es un componente esencial para garantizar la movilidad segura, el control urbano y la convivencia ciudadana”, buscando con ello no solo sancionar, sino también disuadir una conducta que afecta la seguridad y el orden público en Santa Marta.
En resumenLa administración de Santa Marta ha decidido criminalizar la adulteración de placas vehiculares, tratando a los infractores como delincuentes en lugar de simples contraventores de tránsito. Esta medida busca combatir el uso de esta práctica en la comisión de delitos graves y mejorar la seguridad ciudadana mediante operativos reforzados y la judicialización de los responsables.