Un grave problema de salud pública y ambiental afecta a Santa Marta debido al colapso de su sistema de alcantarillado, que provoca el desbordamiento de aguas residuales en vías principales y la contaminación del mar Caribe. Esta situación pone en riesgo la salud de los ciudadanos y la imagen turística de la capital del Magdalena. La crisis es visible en puntos neurálgicos de la ciudad, como la Avenida del Libertador, donde un rebosamiento de aguas negras se extiende por más de un kilómetro, afectando a barrios como Bastidas y San Francisco, e inundando el entorno de clínicas, negocios y droguerías.
Los residentes y comerciantes conviven diariamente con olores fétidos y focos de contaminación. A esta problemática se suma una denuncia sobre el vertimiento de más de 1.200 litros de aguas residuales directamente al mar Caribe, lo que representa una amenaza para la fauna marina y la salud de los bañistas. La gestión de la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta (Essmar) también ha sido cuestionada por la comunidad. Un ciudadano denunció que, tras una reparación de válvula en la calle 22 con carrera 21A, la empresa dejó un hueco abierto por más de 20 días y, al ser reportado, lo rellenó únicamente con arena.
El denunciante expresó su frustración diciendo: “Vinieron a llenarlo de arena.
Esto es lo mismo que nada”, advirtiendo que el problema reaparecerá con las lluvias y que la excavación está socavando la esquina de su vivienda.
En resumenSanta Marta enfrenta una emergencia sanitaria por el desborde de aguas servidas, la contaminación de sus cuerpos de agua y una respuesta calificada como inadecuada por parte de la empresa de servicios públicos, lo que agrava los riesgos para la salud y el medio ambiente.