Los residentes y comerciantes conviven diariamente con olores fétidos y focos de contaminación. A esta problemática se suma una denuncia sobre el vertimiento de más de 1.200 litros de aguas residuales directamente al mar Caribe, lo que representa una amenaza para la fauna marina y la salud de los bañistas. La gestión de la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta (Essmar) también ha sido cuestionada por la comunidad. Un ciudadano denunció que, tras una reparación de válvula en la calle 22 con carrera 21A, la empresa dejó un hueco abierto por más de 20 días y, al ser reportado, lo rellenó únicamente con arena.

El denunciante expresó su frustración diciendo: “Vinieron a llenarlo de arena.

Esto es lo mismo que nada”, advirtiendo que el problema reaparecerá con las lluvias y que la excavación está socavando la esquina de su vivienda.