El Mercado Público de Santa Marta se ha convertido en un punto crítico de la agenda urbana, siendo objeto de intervenciones por parte de la Alcaldía para mejorar el orden y, simultáneamente, un epicentro de denuncias por graves problemas de saneamiento. La dualidad de la situación refleja los complejos desafíos que enfrenta este vital sector económico de la ciudad. Por un lado, la administración del alcalde Carlos Pinedo Cuello ha iniciado un diálogo directo con los líderes de los comerciantes para avanzar en soluciones conjuntas que dignifiquen su labor y mejoren la movilidad, la seguridad y el orden en la zona. El alcalde reafirmó su compromiso, expresando: “Vamos a seguir trabajando de la mano con los comerciantes del Mercado Público, porque entendemos su importancia para la economía local y el sustento de muchas familias”. Estas mesas de diálogo se complementan con operativos diarios de los Vigías de Espacio Público y Control Urbano (VEPCU), que buscan despejar las áreas de uso común.
Sin embargo, este esfuerzo por el ordenamiento se ve opacado por una severa crisis sanitaria.
Se han reportado desbordamientos de aguas residuales “en pleno corazón del mercado público”, una situación que genera olores nauseabundos y un ambiente de insalubridad que afecta tanto a comerciantes como a compradores. Esta problemática, atribuida a fallas en el sistema de alcantarillado gestionado por Essmar, contrasta fuertemente con los intentos de mejorar la imagen y funcionalidad del sector, evidenciando que una solución integral requiere no solo la organización del comercio, sino también una inversión urgente en la infraestructura de saneamiento básico.
En resumenEl Mercado Público de Santa Marta es un escenario de contrastes, donde los esfuerzos de la Alcaldía por organizar el comercio chocan con una profunda crisis de saneamiento básico. Para una solución integral y sostenible, es crucial que las intervenciones aborden tanto el ordenamiento del espacio público como la urgente mejora de la infraestructura sanitaria.