Una alarmante escalada de violencia afecta a Santa Marta y al departamento del Magdalena, con un aumento sostenido en las cifras de homicidios y masacres en los últimos años, generando una profunda preocupación en la comunidad y un llamado urgente a las autoridades. La situación evidencia una crisis de seguridad que parece agudizarse a pesar de los cambios de gobierno a nivel local y nacional. Según un informe consolidado por Indepaz, Medicina Legal y la Plataforma de Derechos Humanos PDHAL, entre 2020 y junio de 2025, el Magdalena registró 3.138 homicidios y 21 masacres. Las cifras anuales de asesinatos muestran una tendencia creciente, pasando de 287 en 2020 a un pico de 573 en 2024. Santa Marta es un reflejo de esta grave problemática.
Solo en el mes de agosto de 2025, la ciudad registró 16 homicidios. Además, un fin de semana de septiembre fue catalogado como “sangriento” al reportarse cinco asesinatos, elevando la cifra total de homicidios en la ciudad a 107 en lo que va del año. Esta persistente “espiral de asesinatos y hechos sangrientos” ha ocurrido durante las administraciones de distintos espectros ideológicos, lo que sugiere que las causas de la violencia son profundas y complejas. La comunidad exige respuestas efectivas y resultados concretos ante un panorama que deteriora el tejido social y la percepción de seguridad en toda la región.
En resumenLas estadísticas de homicidios y la frecuencia de hechos violentos en Santa Marta y el Magdalena evidencian una grave crisis de seguridad pública. La persistencia y el aumento de la criminalidad, a pesar de los cambios de gobierno, señalan la necesidad de estrategias más efectivas y sostenidas para proteger a la ciudadanía.