La crítica situación del sistema de alcantarillado y la contaminación de las playas de Santa Marta han escalado al ámbito del Senado de la República, generando un debate sobre la gestión pública y el futuro turístico de la ciudad, que se aproxima a la conmemoración de sus 500 años. La problemática ha alcanzado un punto de inflexión político y social, evidenciando una desconexión entre la imagen de la ciudad como destino turístico y la realidad de su infraestructura sanitaria. Durante un debate en la Comisión Quinta del Senado, el congresista Marcos Daniel Pineda García denunció el colapso del sistema y el deficiente tratamiento de aguas residuales, afirmando que “la falta de gestión está destruyendo el turismo y el futuro de Santa Marta”. Subrayó que esta situación no solo deteriora la calidad de vida de los samarios, sino que también amenaza la economía local al impactar negativamente su reputación internacional. La gravedad del asunto motivó la citación a un debate de control político al alcalde Carlos Pinedo, ministros y entidades ambientales.
Sin embargo, el alcalde no asistió, presentando una incapacidad médica, lo que generó controversia.
A esta crisis de alto nivel se suman los problemas cotidianos que enfrenta la ciudadanía, como el peligro representado por rejillas de alcantarillado abiertas en pleno Centro Histórico, que han causado daños a vehículos y caídas de peatones. Esta confluencia de denuncias políticas y ciudadanas subraya la urgencia de una intervención estructural para resolver una problemática que compromete la salud pública, el medio ambiente y la viabilidad económica de la capital del Magdalena.
En resumenLa confluencia de un debate en el Senado, la ausencia del alcalde y las denuncias ciudadanas sobre el mal estado de la infraestructura sanitaria, evidencia la urgencia de atender la crisis de saneamiento en Santa Marta. La solución a estos problemas es crucial para proteger la salud pública, el medio ambiente y la sostenibilidad del sector turístico, pilar de la economía local.