Los ocupantes, Libia Estrada y Héctor Favio Sáenz, sufrieron golpes y raspaduras.
Lo más alarmante es que, según los vecinos, el peligro había sido reportado a la Empresa de Servicios Públicos Essmar hace más de dos meses sin obtener respuesta.
Un residente del sector reclamó: “No es solo esta alcantarilla, la mayoría en esta zona está en la misma condición, y a nadie parece importarle hasta que ocurre una tragedia”. Esta situación de negligencia en el mantenimiento del alcantarillado se suma a otra problemática recurrente: la acumulación de basuras. Ciudadanos han alzado nuevamente su voz de protesta, exigiendo a la Administración Distrital que, en su rol de supervisora del contrato de aseo, tome acciones contundentes. Los manifestantes demandan que se dispongan los recursos técnicos y legales necesarios para corregir la situación de los basureros a cielo abierto que afectan la salud pública y la imagen de la ciudad. Ambos problemas apuntan a fallas en la gestión y supervisión de los servicios públicos, generando un creciente malestar en la comunidad.