Según versiones preliminares, Rodríguez fue sorprendido por sus atacantes, quienes le dispararon en repetidas ocasiones mientras compartía con su pareja.
Los informes describen una escena dramática en la que la víctima falleció en brazos de su compañera sentimental, quien pedía auxilio sin recibir ayuda de los presentes. Este homicidio, uno de los dos registrados en Santa Marta durante ese fin de semana, ilustra la vulnerabilidad de los ciudadanos incluso en lugares de esparcimiento y la aparente impunidad con la que actúan los criminales. Más allá de la estadística, el caso ha generado consternación en la comunidad y pone de manifiesto los desafíos que enfrenta la Policía Metropolitana para controlar la violencia barrial y el sicariato. Las autoridades iniciaron las investigaciones para esclarecer los móviles del crimen, pero el hecho ya ha contribuido a aumentar la percepción de inseguridad entre los habitantes de la capital del Magdalena.