En respuesta, se gestionó una jornada especial con la Registraduría Nacional para resolver esta problemática, que también afecta a más de 200 campesinos de la zona. La Defensoría recordó que “la identidad es la puerta de entrada a otros derechos fundamentales”. En otra jornada integral en la vereda Agua Linda, se atendió a 75 personas, principalmente víctimas del conflicto, brindándoles asesoría para avanzar en sus procesos ante la Unidad para las Víctimas. La mayoría de los asistentes solicitó priorizar la indemnización económica a la que tienen derecho. Estas acciones reflejan un esfuerzo interinstitucional para evitar que estas poblaciones permanezcan “invisibilizadas en la política pública” y subrayan el compromiso de la Defensoría de acompañarlas hasta asegurar que sus derechos sean efectivos, fortaleciendo así la presencia del Estado en los territorios más apartados del distrito de Santa Marta.