Este dato lo posiciona entre las regiones con mayor tensión social del país, junto a Atlántico, Santander y Antioquia.
El informe, que documentó 1.834 eventos a nivel nacional, revela un aumento del 6% en la conflictividad en comparación con el año anterior. En el Magdalena, las protestas han estado motivadas principalmente por el deterioro de la infraestructura hospitalaria, la precariedad en el acceso a la educación y la creciente inseguridad en municipios clave como Santa Marta, Ciénaga y Zona Bananera. Los bloqueos de vías estratégicas como la Troncal del Caribe y la Troncal de Oriente han sido una de las formas de manifestación más recurrentes, afectando la movilidad y la economía regional. A nivel nacional, el informe destaca un preocupante aumento del 115% en los conflictos relacionados con la exigencia de garantías para la vida y la seguridad, en medio de una crisis humanitaria agudizada por el accionar de grupos armados ilegales. A pesar de la alta conflictividad, la mayoría de las manifestaciones en el Magdalena se han desarrollado de manera pacífica. La Defensoría del Pueblo recomendó a las autoridades nacionales y territoriales mantener canales de diálogo abiertos y dar seguimiento a los acuerdos para prevenir una escalada de las tensiones.