Con una inversión total que asciende a $54.197 millones, el proyecto ya muestra avances tangibles.

Los cuatro frentes de trabajo activos se centran en actividades preliminares pero cruciales para el desarrollo de la obra principal. Estas incluyen el acondicionamiento del terreno, la demolición de edificaciones preexistentes, las excavaciones en la zona donde se ubicaban las antiguas estaciones de servicio y, de manera paralela, la gestión predial, la cual se reporta como casi finalizada. Este avance coordinado es fundamental para cumplir con los cronogramas establecidos y minimizar el impacto en la movilidad durante la fase constructiva. La Intersección Corales no solo representa una solución de ingeniería para el flujo vehicular, sino que también es un componente clave en la visión de una ciudad más moderna y competitiva. Su desarrollo es seguido de cerca por la ciudadanía, que espera que esta megaobra transforme de manera positiva la dinámica urbana y la calidad de vida en uno de los sectores de mayor crecimiento de la capital risaraldense.