Sin embargo, esta visión optimista fue cuestionada por análisis que señalan problemas sistémicos a nivel nacional que también afectan a la región.

Críticos argumentan que el enfoque empresarial a menudo ignora las realidades sociales y ambientales, lo que genera conflictos con las comunidades.

Un ejemplo es la queja del gerente de Pacífico 3 sobre tener que incluir aspectos arqueológicos y sociales en los proyectos, cuando precisamente su omisión es una de las causas de los problemas actuales. A nivel nacional, casi una quinta parte de las concesiones 4G enfrentan procesos de arbitraje o liquidación debido a errores de estructuración y falta de previsión, comprometiendo más de un billón de pesos en recursos públicos. El caso de la vía al Meta, donde el concesionario recauda el peaje mientras el Estado asume los costos de mitigación en puntos críticos, ilustra cómo se “privatiza el ingreso pero se socializa el riesgo”. En el Eje Cafetero, esta discusión plantea la necesidad de exigir un balance detallado de los resultados de concesiones como Autopistas del Café y de reformar los mecanismos de estructuración para garantizar mayor transparencia, equidad territorial y una visión de desarrollo más integral que no se limite al beneficio económico del concesionario.