Las autoridades de Risaralda han emitido una alerta general ante la intensificación de la segunda temporada de lluvias, que se prevé que alcance sus picos más fuertes en octubre y noviembre y se extienda hasta finales de año. Según el Ideam, más del 80 % del departamento ha sido afectado por el aumento de las precipitaciones, lo que ha elevado el riesgo de deslizamientos de tierra e inundaciones en múltiples localidades. Diana Carolina Ramírez, coordinadora departamental de Gestión del Riesgo, informó que al menos seis municipios están en riesgo, con Pereira y Dosquebradas ya habiendo sufrido las consecuencias de vendavales que causaron inundaciones y destechamientos.
Específicamente, Pereira se encuentra en alerta amarilla por posibles deslizamientos, mientras que el Ideam ha declarado alerta naranja para el río Otún debido a la probabilidad de crecientes súbitas. Las fuertes lluvias también han causado estragos en el sector agrícola, especialmente en el occidente del departamento.
En los corregimientos pereiranos de La Bella y La Florida, granizadas consecutivas han afectado cultivos y la producción apícola, generando pérdidas económicas para los campesinos de la zona. Las autoridades meteorológicas pronostican para el fin de semana del 3 al 5 de octubre una probabilidad de lluvias superior al 85 %, lo que mantiene a los organismos de socorro y a la comunidad en máxima alerta para responder a las emergencias que puedan surgir.
En resumenRisaralda, y en particular Pereira, se encuentran en alerta por una temporada de lluvias que amenaza con deslizamientos, crecientes súbitas e inundaciones. Las precipitaciones ya han causado daños en viviendas y cultivos, y se espera que el fenómeno se intensifique, lo que exige una preparación continua por parte de las autoridades y la ciudadanía para mitigar los riesgos asociados.