Un fuerte vendaval acompañado de intensas lluvias azotó a Pereira y Dosquebradas, dejando a su paso inundaciones en más de 20 barrios y decenas de viviendas destechadas. Los organismos de socorro se movilizaron para atender las emergencias y evaluar la magnitud de los daños en ambos municipios. En Pereira, el Cuerpo Oficial de Bomberos y la Dirección de Gestión del Riesgo (DIGER) atendieron múltiples emergencias, siendo las comunas de Villasantana y Cuba las que reportaron las mayores afectaciones tras una verificación inicial. Juan Camilo Ballesteros Sánchez, director operativo del Cuerpo Oficial de Bomberos de la ciudad, confirmó la respuesta institucional a los incidentes ocasionados por el fenómeno climático. En el municipio vecino de Dosquebradas, la situación fue igualmente crítica. El Capitán Joaquín Ocampo, del Cuerpo de Bomberos de Dosquebradas, informó que se recibieron entre 120 y 150 llamadas de emergencia y se identificaron aproximadamente 19 zonas afectadas. Ocampo señaló que el punto más crítico se localizó en la avenida Simón Bolívar, a la altura de Mercamás, donde una palizada en una quebrada causó serias dificultades de movilidad.
Barrios como Valher, La Sultana, La Aurora, Los Campestres y Frailes, que no sufrían inundaciones desde hacía muchos años, también reportaron viviendas afectadas.
Las autoridades de ambos municipios se mantuvieron realizando revisiones en los diferentes sectores para consolidar un balance oficial sobre el número de viviendas y familias damnificadas, mientras los equipos de emergencia continuaban trabajando en las zonas más críticas para mitigar los efectos del vendaval.
En resumenEl severo evento climático puso a prueba la capacidad de respuesta de los organismos de emergencia de Pereira y Dosquebradas, evidenciando la vulnerabilidad de varias comunidades ante fenómenos meteorológicos extremos. La situación subraya la importancia de fortalecer las estrategias de gestión del riesgo y prevención de desastres en el área metropolitana.