Pereira se consolida como una de las ciudades más atractivas para vivir e invertir en Colombia, un fenómeno que ha impulsado una fuerte dinámica en el mercado de vivienda, pero que, a su vez, la ha posicionado como una de las capitales más costosas del país. Según Mario Ramírez, presidente de Fedelonjas, la región de Risaralda y el Eje Cafetero ha ganado un notable protagonismo en la compra de vivienda por parte de colombianos residentes en el exterior. Este flujo de inversión extranjera, sumado a la demanda local, ha dinamizado el mercado inmobiliario y de arrendamientos, reflejando la percepción positiva que se tiene de la calidad de vida en la zona. La ciudad es reconocida por la amabilidad de su gente, su ubicación estratégica en el llamado "triángulo de oro" y una oferta completa de hoteles, restaurantes y sitios de diversión.
Sin embargo, esta excelencia tiene un costo asociado.
Un análisis de la percepción ciudadana la describe como "acogedora, gustosa y costosa". Se afirma que, entre las ciudades de su tipo, Pereira se ubica como la más cara, lo que plantea un desafío para la asequibilidad de la vivienda para los residentes locales. La alta demanda, tanto interna como externa, parece estar ejerciendo una presión al alza sobre los precios de los inmuebles y los alquileres, creando un mercado vibrante para los inversores pero cada vez más exigente para el bolsillo de quienes buscan un hogar en la ciudad.
En resumenLa alta calidad de vida de Pereira la ha convertido en un imán para compradores de vivienda, incluyendo colombianos en el exterior, lo que dinamiza el mercado inmobiliario. Sin embargo, esta popularidad también ha provocado que sea percibida como una de las ciudades más costosas para vivir en Colombia.