Mientras Pereira celebra la creación de innovadoras rutas turísticas que obtienen reconocimiento nacional, el sector hotelero formal de la región enfrenta una creciente preocupación por la competencia desleal generada por la proliferación de alojamientos informales no regulados. En el lado positivo, la ciudad ha visto nacer proyectos de gran impacto social y turístico. Un ejemplo es la iniciativa del barrio Nacederos, conocida como "La Ferro", que se ha consolidado como la primera "ruta turística destino de paz" en el departamento de Risaralda. Este proyecto, apoyado por la alcaldía de Mauricio Salazar, transforma un sector de la ciudad en un atractivo turístico, generando desarrollo económico y social. Este tipo de iniciativas demuestra el potencial de Pereira para diversificar su oferta y atraer visitantes con propuestas auténticas y con propósito.
Sin embargo, este impulso se ve amenazado por un problema estructural.
Según una advertencia de Cotelco, la asociación hotelera, la capacidad de las viviendas turísticas informales en Risaralda ya supera a la de los hoteles formales. Estos alojamientos operan sin cumplir con la normatividad vigente en materia de impuestos, seguridad y calidad, lo que crea una competencia desigual que afecta la sostenibilidad del sector formal. Esta dicotomía plantea un desafío para las autoridades: cómo seguir fomentando el turismo y la innovación mientras se establecen mecanismos de control y regulación que garanticen una competencia justa y un desarrollo ordenado del sector de alojamiento.
En resumenPereira está innovando en su oferta turística con proyectos como la ruta "La Ferro", reconocida como destino de paz. No obstante, el sector hotelero formal enfrenta una seria amenaza por el crecimiento descontrolado de viviendas turísticas informales que operan sin regulación.