Este subsidio busca ofrecer un respaldo económico a las familias mientras se estabilizan en su territorio, mitigando los riesgos de vulnerabilidad. Durante su estancia en Bogotá, se priorizó la protección de más de 650 menores, quienes recibieron atención y participaron en actividades pedagógicas. Este proceso se inscribe en un esfuerzo sostenido, ya que desde 2012 la Unidad para las Víctimas ha acompañado el retorno de 5.837 personas desde ciudades como Bogotá, Medellín y Pereira hacia sus resguardos, basándose en los principios de voluntariedad, dignidad y seguridad. El reto actual es asegurar el cumplimiento de los compromisos a largo plazo para consolidar condiciones de vida digna y evitar nuevos ciclos de desplazamiento.