Sin embargo, la convocatoria se ve empañada por una controversia política a nivel nacional.

FECODE enfrenta acusaciones sobre una presunta financiación irregular de 500 millones de pesos a la campaña presidencial de Gustavo Petro, lo que ha generado un debate sobre la independencia del sindicato.

Este contexto siembra dudas sobre si las protestas son únicamente una reivindicación laboral legítima o si están influenciadas por lealtades políticas.

Mientras los docentes en Risaralda exigen soluciones concretas a una crisis de salud que los afecta directamente, la sombra de la controversia política amenaza con debilitar la legitimidad de su reclamo ante la opinión pública.