La planta permitirá tratar un porcentaje significativo de las aguas residuales domésticas e industriales que actualmente se vierten sin tratamiento a los ríos, mitigando la contaminación, protegiendo la biodiversidad y cumpliendo con la normativa ambiental nacional. A largo plazo, se espera que la operación de la PTAR genere beneficios económicos y sociales, como la valorización de predios aledaños a los ríos saneados y la posibilidad de desarrollar nuevos proyectos turísticos y recreativos en sus riberas.

Este avance posiciona a Pereira como una de las ciudades intermedias líderes en gestión ambiental y saneamiento básico en Colombia, abordando una deuda histórica con sus ecosistemas y sentando las bases para un desarrollo urbano más responsable y en armonía con el medio ambiente.