Este enfoque integral no solo atiende lo ambiental, sino que lo conecta con la seguridad y el desarrollo económico.

Además de los diálogos, la CARDER reporta acciones concretas como la inversión de $3.570 millones en Quinchía, la delimitación de áreas protegidas y la promoción de proyectos de saneamiento básico. En el ámbito de la biodiversidad, la entidad lidera campañas para la protección de especies emblemáticas como el Tigrillo Andino, el felino más pequeño de Colombia, y la Danta de Montaña, con festivales educativos en Pereira. Esta gestión multifacética posiciona a Risaralda como un referente en conservación, demostrando que la protección ambiental es más efectiva cuando se construye de la mano con las comunidades.