La Personería Municipal ha hecho un llamado enérgico a las autoridades para buscar soluciones estructurales que prevengan futuras tragedias.

El personero de Pereira, Leonardo Reales, lideró la petición, argumentando que la atención a los damnificados, aunque necesaria, es una medida reactiva. La raíz del problema, según el organismo de control, yace en la falta de una planificación urbana que aborde de manera efectiva los asentamientos informales en zonas de alto riesgo. El incendio en Nacederos no es un hecho aislado, sino el síntoma de una problemática más profunda relacionada con el déficit de vivienda y la ocupación de terrenos no aptos. La Personería insta a las autoridades competentes a que la revisión del POT se convierta en una prioridad, pues este instrumento es fundamental para definir el uso del suelo, identificar zonas de riesgo no mitigable y planificar soluciones de vivienda definitivas para las poblaciones vulnerables. El llamado es a pasar de la gestión del desastre a la gestión del riesgo, lo que implica una planificación a largo plazo que garantice un crecimiento ordenado y seguro para la ciudad. La tragedia de estas 35 familias se convierte así en un catalizador para una discusión impostergable sobre el modelo de desarrollo urbano que Pereira necesita para proteger la vida de sus habitantes y ofrecerles condiciones de habitabilidad dignas.