La gobernadora Dilian Francisca Toro y el alcalde de Cali, Alejandro Eder, han calificado la decisión del presidente Gustavo Petro como un incumplimiento a sus compromisos y un "castigo" a la región. El presidente, por su parte, justificó su decisión aludiendo a la necesidad de priorizar el ferrocarril de carga Buenaventura-Yumbo y a la falta de apoyo de la bancada vallecaucana a una ley de financiamiento.

Ante este panorama, los líderes regionales han anunciado que no detendrán el proyecto.

Se ha firmado un convenio interadministrativo para blindar los recursos locales ya comprometidos, que ascienden a 3,5 billones de pesos, y se exploran activamente alternativas de financiación. Entre las opciones se consideran alianzas público-privadas (APP) y la búsqueda de inversionistas internacionales.

El alcalde Eder mencionó que iniciaría una gira para presentar el proyecto a la banca multilateral y fondos de inversión, con el fin de no depender exclusivamente de los recursos nacionales y evitar que el proyecto se retrase por lo menos dos años, lo que implicaría rehacer estudios y renegociar costos.