Poco después, en otro sector, fue atacado su compañero Oscar Julián González, quien resultó gravemente herido y se encuentra bajo pronóstico reservado.

Fuentes de inteligencia señalan que estos atentados, junto a otros ocurridos en Bogotá y Bello, estarían relacionados con alias ‘Pipe Tuluá’, cabecilla de la banda ‘La Inmaculada’. Aparentemente, este líder criminal estaría ofreciendo entre 3 y 5 millones de pesos a sicarios por asesinar a miembros del INPEC como forma de presión para ser trasladado de una estación de Policía en Bogotá a una cárcel desde donde podría dirigir más fácilmente sus redes delictivas. Como respuesta a los ataques en Palmira, las autoridades confirmaron la captura de ocho personas y la inmovilización de vehículos que presuntamente fueron utilizados en los crímenes. Según la Policía Nacional, uno de los vehículos fue ubicado en un establecimiento, donde se incautó material de guerra que está siendo analizado para determinar si fue usado en el homicidio del dragoneante Becerra.