Este cambio administrativo representa un hito para la tercera terminal aérea más importante de Colombia, que ahora operará bajo la gestión estatal mientras se define un nuevo operador privado. La transición, que se hizo efectiva el 1 de septiembre de 2025, se extenderá hasta el 30 de abril de 2026 o hasta que se adjudique una nueva concesión. Para garantizar la continuidad y el mantenimiento de las operaciones, el Gobierno Nacional ha dispuesto una inversión pública de hasta 90.000 millones de pesos. Según la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), la terminal, con más de 63.000 metros cuadrados, se encuentra en "excelentes condiciones" para seguir atendiendo a pasajeros nacionales e internacionales sin contratiempos. Sin embargo, la gobernadora del Valle del Cauca ha manifestado su preocupación por la transición, solicitando agilizar el nuevo proceso de concesión y señalando que el cambio de administración representa una pérdida de 32.000 millones de pesos en contraprestación para la región. El proceso para adjudicar la nueva concesión ya está en marcha y contempla proyectos de modernización y ampliación de la infraestructura. La jornada de traspaso coincidió con un incidente aéreo, cuando un helicóptero de matrícula HK5198 de la empresa Delta Helicópteros sufrió un accidente al aterrizar, dejando dos de sus cuatro ocupantes heridos. Aunque el suceso obligó a un cierre temporal de la pista, las operaciones se reanudaron con normalidad en menos de una hora, demostrando la capacidad de respuesta de la terminal bajo la nueva administración.