La restricción de pico y placa continúa siendo una herramienta fundamental para la gestión de la movilidad y la calidad del aire en Medellín y su área metropolitana. La medida opera de lunes a viernes, en un horario continuo de 5:00 a. m. a 8:00 p. m., aplicando a carros particulares y motos de 2 y 4 tiempos según el último o primer dígito de la placa, respectivamente. Implementado hace más de dos décadas, el sistema busca mitigar los crecientes desafíos de una ciudad cuyo parque automotor ha experimentado un crecimiento exponencial, pasando de menos de 350.000 vehículos en el año 2000 a más de 2,6 millones en 2025. Este aumento ha generado problemas diarios de congestión, incremento en los tiempos de desplazamiento y una presión significativa sobre la infraestructura urbana. Además de su función en la organización del tráfico, el pico y placa cumple un papel clave en la gestión ambiental.
En los últimos años, Medellín ha enfrentado múltiples alertas por mala calidad del aire, especialmente durante los períodos de transición climática.
Al limitar la cantidad de vehículos en circulación, se reduce la emisión de material particulado y gases contaminantes, contribuyendo directamente a la mejora de la salud pública. La rotación de dos dígitos busca distribuir de forma más equitativa la circulación vehicular, reducir los picos de tráfico y, en consecuencia, mejorar la calidad de vida de los habitantes del Valle de Aburrá.
En resumenEl pico y placa en Medellín es una medida de control vehicular diaria que busca enfrentar los desafíos de la congestión y la contaminación, restringiendo la circulación de carros y motos para mejorar la movilidad y la calidad del aire en la ciudad.