La Alcaldía de Medellín está explorando una transformación urbana a gran escala que podría redefinir el corazón de la ciudad: la posible conversión del Aeropuerto Olaya Herrera en un gran parque público. Como parte de esta visión, la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU) estructurará un concurso urbanístico internacional para diseñar lo que podría ser este nuevo espacio, mientras avanza el proyecto “Gran Parque Medellín” en el contiguo Aeroparque Juan Pablo II. El proyecto “Gran Parque Medellín” ya está en marcha y contempla la transformación del Aeroparque Juan Pablo II en un complejo deportivo y acuático de primer nivel, destinado a la práctica de disciplinas como el triatlón.
Sin embargo, la visión a largo plazo es aún más ambiciosa.
El gerente de la EDU, Emiro Valdés, confirmó que, por directriz del alcalde Federico Gutiérrez, se está preparando un concurso internacional para conceptualizar el futuro del millón de metros cuadrados que ocupa el aeropuerto. “Empezamos a estructurar lo que va a ser futuro, un concurso urbanístico, quizás arquitectónico, para plantear unos primeros esbozos de lo que pudiera ser una aproximación urbanística y de ciudad”, explicó Valdés. El propio alcalde ha descrito esta idea como la creación del “Central Park de Medellín”, proyectando la presentación de los primeros planos para el primer semestre de 2026.
No obstante, las autoridades han enfatizado que cualquier decisión sobre el traslado del aeropuerto requerirá un profundo “diálogo social” y “concertación” con la ciudadanía.
Mientras tanto, la EDU se encargará de proporcionar los elementos técnicos para que este debate crucial para el futuro de la ciudad pueda llevarse a cabo de manera informada.
En resumenLa propuesta de transformar el Aeropuerto Olaya Herrera en un gran parque central es una de las iniciativas de planificación urbana más visionarias para Medellín en la actualidad. A través de un concurso internacional y un necesario diálogo ciudadano, la ciudad se abre a la posibilidad de rediseñar un espacio estratégico de un millón de metros cuadrados, lo que podría cambiar drásticamente su oferta de espacio público y recreativo.