El operativo buscaba principalmente controlar las “rodadas” o caravanas de motociclistas no autorizadas y prevenir alteraciones del orden público. Más de 1.000 uniformados de la Policía, con el apoyo del Ejército y 120 agentes de tránsito, se distribuyeron en puntos estratégicos de la ciudad como Manrique, El Poblado, Castilla, Belén y Guayabal. El secretario de Seguridad y Convivencia, Manuel Villa Mejía, calificó el balance como positivo: “Se logró evitar las grandes concentraciones de motocicletas, se logró acompañar los lugares comerciales para garantizar que hubiera condiciones de seguridad y de tranquilidad para que la gente pudiera disfrutar de estas fiestas”. Además de las infracciones de tránsito, las autoridades incautaron 160 armas blancas y dos armas de fuego. Los controles se reforzaron con el monitoreo de más de 3.500 cámaras del Sistema Integrado de Emergencias y Seguridad (SIESM) y grupos de reacción rápida. Las autoridades advirtieron que los operativos se mantendrían durante todo el puente festivo para asegurar que las celebraciones transcurrieran en un ambiente de orden y convivencia. Las cifras de este año superaron las del 2024, cuando se inmovilizaron más de 400 motocicletas y se impusieron más de mil comparendos.