La escultura, según su creador, representa a una figura femenina fragmentada en 108 partes, simbolizando a las víctimas y evocando la maternidad de la patria. El presidente de la Corte Suprema destacó la importancia del homenaje “para que jamás se puedan repetir” hechos tan trágicos. Daniela Ricaurte Jiménez, nieta de uno de los magistrados asesinados, manifestó que, a pesar de lo sucedido, su familia sigue creyendo en la democracia y en las instituciones del país. La instalación de esta pieza artística convierte a Parques del Río en un espacio permanente para la reflexión sobre la justicia, la violencia y la memoria histórica en Colombia.