La víctima fue conducida a un inmueble en el barrio Prado Centro, donde fue retenido por varios individuos encapuchados que lo amedrentaron con armas cortopunzantes.

Los secuestradores lo obligaron a contactar a su familia para solicitar dinero por su liberación, mientras le hurtaban dinero en efectivo, realizaban transacciones con su tarjeta de crédito y le quitaban su celular.

Al día siguiente, la madre del joven reportó el secuestro a la embajada alemana tras recibir fotos y videos como prueba de supervivencia. A pesar de haber consignado 7.500 euros, la liberación no se concretó. El 20 de octubre, en una diligencia de allanamiento y registro, el Gaula de la Policía logró la liberación de la víctima y la captura de los implicados. La Fiscalía les imputó los delitos de secuestro extorsivo agravado, hurto calificado y agravado, y uso de menores para la comisión de delitos. Los procesados no aceptaron los cargos y un juez les impuso medida de aseguramiento en establecimiento carcelario.