Las autoridades, apoyadas en el seguimiento tecnológico, avanzan en la investigación para identificar a los responsables, quienes huyeron del lugar tras el ataque.

Este suceso pone de manifiesto la persistencia de la violencia ligada al crimen organizado en la ciudad y la dinámica de disputas internas entre miembros de estas estructuras, incluso aquellos con un largo historial judicial.