El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, realizó una visita a Washington que generó un balance positivo en materia de cooperación internacional, pero también una fuerte controversia con el Gobierno Nacional. El viaje se centró en fortalecer lazos en seguridad, comercio y la lucha contra la explotación sexual de menores. Durante su agenda en la capital estadounidense, Gutiérrez se reunió con figuras de alto nivel como Christopher Landau, subsecretario de Estado, así como con congresistas demócratas y republicanos. Los temas centrales fueron la seguridad, la importancia del comercio para la ciudad y el país, y la consolidación de la cooperación con agencias como Homeland Security (HSI) y el FBI para combatir las redes de explotación sexual infantil. “Mi meta no es reducir la explotación sexual infantil en un 40, 50 o 60 %. Mi meta es erradicarla por completo”, afirmó el mandatario.
Sin embargo, el viaje no estuvo exento de polémica.
Gutiérrez fue enfático en aclarar que su visita era en calidad de alcalde y no en representación del Estado colombiano: “Fuimos a hablar por Medellín y por Colombia, pero jamás en nombre del Gobierno Nacional”.
Esta distinción no evitó las críticas desde el gobierno central ni las acciones legales.
Su antecesor, Daniel Quintero, anunció que interpondría una denuncia penal en su contra por presunta usurpación de funciones, abuso de poder y peculado. Gutiérrez, por su parte, aprovechó el escenario internacional para criticar la “fallida política de Paz Total” del presidente Gustavo Petro y expresar su preocupación por un posible escenario de descertificación de Colombia en la lucha antidrogas por parte de Estados Unidos.
En resumenEl viaje del alcalde Gutiérrez a Washington logró reforzar alianzas estratégicas para Medellín, especialmente en la lucha contra el crimen transnacional, pero a su vez evidenció y profundizó la fractura política con el gobierno del presidente Petro, abriendo un nuevo frente de disputa legal y mediática.