para sostener una agenda de dos días con congresistas demócratas y republicanos, con el objetivo de fortalecer las relaciones subnacionales y abordar temas cruciales para la ciudad. La visita se centró en asuntos de seguridad, comercio e inversión social, buscando asegurar la continuidad de la cooperación estadounidense en un momento de tensiones entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos. Gutiérrez expresó una gran preocupación por una posible “des-certificación” de Colombia por parte de Estados Unidos, debido a las diferencias entre los presidentes Gustavo Petro y Donald Trump, y lo que describió como una actitud “complaciente con las estructuras armadas ilegales y no combatir el narcotráfico” por parte del gobierno nacional. El alcalde solicitó que, en caso de que se materialice esta medida, no se retire el apoyo a las fuerzas militares colombianas y no se afecte el comercio. “Cómo alcaldes tenemos el deber de trabajar por nuestras ciudades. Estamos acá pese a las amenazas y presiones de Petro”, declaró Gutiérrez, subrayando la importancia de la relación bilateral para el desarrollo de Medellín. Sin embargo, el viaje no estuvo exento de controversia. El exalcalde Daniel Quintero anunció una denuncia penal contra Gutiérrez por presunta usurpación de funciones, abuso de poder y peculado, argumentando que el manejo de la política exterior es competencia exclusiva del presidente de la República. Esta situación evidencia la profunda polarización política y el pulso entre el gobierno local y la oposición, que utiliza la arena internacional para posicionar sus agendas.