Se dio inicio a la construcción de la Cárcel Metropolitana para Sindicados en el corregimiento de San Cristóbal, un proyecto clave para mitigar la grave crisis de hacinamiento en las estaciones de policía de Medellín y el Valle de Aburrá. La obra, con una inversión de $675.000 millones, busca ofrecer una solución estructural a un problema de seguridad y derechos humanos. El nuevo centro carcelario, que se espera entre en operación en el primer trimestre de 2027, tendrá una capacidad para 1.339 personas privadas de la libertad. Su construcción es una respuesta directa a la crítica situación de las estaciones de policía, que presentan un hacinamiento superior al 180 %, albergando a más de 2.000 reclusos en espacios diseñados para solo 778. La cárcel albergará mayoritariamente a sindicados, es decir, personas en proceso judicial que aún no han sido condenadas y que actualmente saturan las instalaciones transitorias.
El diseño del penal contempla espacios para educación, salud, talleres productivos y programas de resocialización, buscando un enfoque más integral. El proyecto, cuyos estudios de prefactibilidad iniciaron en 2016, también traerá beneficios para la comunidad de San Cristóbal, con una compensación social de $1.000 millones para obras comunitarias y la generación de 500 empleos durante el pico de construcción. La ejecución de la obra deberá cumplir con medidas ambientales ordenadas por Corantioquia para garantizar el equilibrio ecológico en la zona.
En resumenHa comenzado la construcción de la nueva Cárcel Metropolitana para Sindicados de Medellín en San Cristóbal, un proyecto de $675 mil millones con capacidad para 1.339 reclusos, destinado a aliviar el severo hacinamiento (más del 180%) en las estaciones de policía locales.