El diseño del penal contempla espacios para educación, salud, talleres productivos y programas de resocialización, buscando un enfoque más integral. El proyecto, cuyos estudios de prefactibilidad iniciaron en 2016, también traerá beneficios para la comunidad de San Cristóbal, con una compensación social de $1.000 millones para obras comunitarias y la generación de 500 empleos durante el pico de construcción. La ejecución de la obra deberá cumplir con medidas ambientales ordenadas por Corantioquia para garantizar el equilibrio ecológico en la zona.