En menos de quince días, se han registrado al menos dos ataques graves. Uno de ellos resultó en la muerte de Gonzalo Rojas Ochoa, de 54 años, quien fue apuñalado en el barrio Castilla; por este hecho fue capturado un habitante de calle de 30 años. Otro incidente de alto perfil fue la agresión al abogado de 65 años y exasesor de la Subsecretaría de Derechos Humanos, Luis Fernando Parra Aguilar, quien fue apuñalado cerca del centro administrativo La Alpujarra después de negarse a dar dinero. El secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa, reconoció que la población habitante de calle se ha duplicado, superando las 8.000 personas en la ciudad. Villa afirmó que, aunque esta población tiene derechos protegidos por fallos de la Corte Constitucional, también está sujeta a la ley y las autoridades están actuando para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos. Los incidentes subrayan un peligroso patrón en el que la negativa a entregar dinero puede desencadenar reacciones violentas, lo que agrava la percepción de inseguridad y pone de manifiesto la complejidad de esta problemática social.