La red transnacional operaba engañando a ciudadanos en España, Argentina y Bolivia a través de plataformas falsas de inversión y 'trading', como una identificada con el nombre de “Iber FX”, además de ofrecer supuestos préstamos de dinero. El caso se destapó de manera interna cuando los miembros de la organización secuestraron a uno de sus propios empleados, un joven de 23 años. Lo acusaron de haberse apropiado de dinero de la empresa y, para liberarlo, le exigieron a su familia un pago de 15 millones de pesos. Durante el cautiverio, la víctima fue agredida físicamente, y los secuestradores contactaron a su madre para que escuchara los maltratos como método de presión. Gracias a la denuncia, el GAULA Metropolitano intervino el inmueble, logrando el rescate del joven y la captura en flagrancia de cuatro hombres: Christian H. L., José Fernando B. C., Jaime de Jesús B. y Jimmy I. N. En el lugar se incautaron 51 computadores, celulares, un arma traumática y el sistema de videovigilancia. Las investigaciones apuntan a que un ciudadano ucraniano coordinaba las operaciones desde el exterior.

Los detenidos no aceptaron los cargos por secuestro extorsivo agravado y un juez los envió a prisión.