Los heridos fueron estabilizados y trasladados a Medellín para recibir atención médica.

Días después, el 1 de septiembre, en la misma zona, fue asesinado el sargento segundo César Leonardo Pardo Rojas, técnico en explosivos del Grupo Marte, mientras verificaba la seguridad de la vía. Fue víctima de la activación de otro artefacto explosivo improvisado. Las autoridades, incluyendo la Cuarta Brigada del Ejército y el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, responsabilizaron a la subestructura 36, liderada por Néider Yesid Puñates López, alias ‘Primo Gay’, por ambos ataques. Se reiteró la recompensa de hasta 100 millones de pesos por información que conduzca a su captura.

El Ejército Nacional calificó los hechos como una grave infracción al Derecho Internacional Humanitario y aseguró que las operaciones militares continúan en la zona para neutralizar al grupo criminal.