Como reacción a la falta de pago, las adolescentes habrían hurtado tres teléfonos celulares y tres tarjetas de crédito, valorados en más de siete millones de pesos.

Posteriormente, los hombres denunciaron el robo a la Policía Nacional. Al intervenir, los uniformados se encontraron con la versión de las menores, quienes relataron que el hurto fue una respuesta a la negativa de los hombres a pagar por el servicio prestado. Ante esta evidencia, las autoridades procedieron a la captura de los dos hombres por el delito de explotación sexual comercial. Las adolescentes, por su parte, fueron aprehendidas por el delito de hurto y puestas a disposición de la Fiscalía URI de menores (CESPA). El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, se pronunció sobre el caso, afirmando: “La lucha en contra de la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes no para”. La operación fue llevada a cabo de manera conjunta entre la Policía Nacional, la Policía de Medellín y el Grupo de Infancia y Adolescencia, evidenciando la articulación institucional para combatir este tipo de delitos en la ciudad.