El nuevo modelo aborda la problemática del ruido desde múltiples frentes.
Por un lado, se implementará un sistema de monitoreo acústico en tiempo real que permitirá caracterizar las fuentes de ruido, identificar los horarios más críticos y registrar los niveles de contaminación auditiva en diferentes zonas. Este piloto, desarrollado con Ruta N, también evaluará la efectividad de materiales de aislamiento y ofrecerá recomendaciones prácticas para mitigar el impacto. La Organización Mundial de la Salud ha advertido que la exposición prolongada al ruido puede causar enfermedades cardiovasculares y estrés crónico, y en Medellín la población afectada por este fenómeno pasó del 9,2 % en 2018 al 10,7 % en 2022. La estrategia también contempla la creación de un fondo para modernizar la flota de buses y taxis hacia tecnologías más silenciosas, abordando así una de las principales fuentes de ruido urbano. Además, se avanzará en la elaboración de mapas estratégicos de ruido y se establecerán medidas específicas para eventos masivos, las cuales quedarán integradas en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT). Carolina Londoño, directora ejecutiva de Ruta N, destacó la importancia de la iniciativa: “Hoy damos un paso clave con pilotos que enfrentan dos retos que impactan la calidad de vida: la gestión del ruido y la consolidación de comunidades energéticas.
Con consciencia, tecnología e innovación, buscamos medir y comprender mejor estos fenómenos”.