
Pico y Placa: la medida que regula la movilidad y el ambiente en Medellín
La medida de Pico y Placa se mantiene como un instrumento fundamental para la gestión de la movilidad y la calidad del aire en Medellín y su área metropolitana. Implementada desde hace más de dos décadas, esta restricción vehicular responde a los desafíos generados por un crecimiento exponencial del parque automotor, que pasó de menos de 350.000 vehículos en el año 2000 a más de 2,6 millones en 2025. El sistema opera en días hábiles con una rotación de dos dígitos, buscando distribuir de manera más equitativa la circulación vehicular para reducir la congestión y los tiempos de desplazamiento. Para el lunes 1 de septiembre de 2025, por ejemplo, la restricción aplicó para vehículos particulares con placas terminadas en 6 y 9, y para motos de 2 y 4 tiempos con placas iniciadas en los mismos dígitos, en un horario continuo de 5:00 a. m. a 8:00 p. m. Los taxis también tienen su propia rotación. El incumplimiento de la norma acarrea una multa de 15 salarios mínimos diarios legales vigentes y la inmovilización del vehículo. Más allá de su función en la gestión del tráfico, el Pico y Placa juega un papel clave en el control ambiental. Al limitar la cantidad de vehículos en las vías, se reduce la emisión de material particulado y otros gases contaminantes, una acción crucial para enfrentar las alertas por mala calidad del aire que ha experimentado la ciudad, especialmente en periodos de transición climática. No obstante, existen vías exentas como la avenida Regional, la vía a Las Palmas y las conexiones de la avenida 33 y la calle 10, para facilitar la conectividad regional y nacional.



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