Dos eventos recientes ilustran esta profunda vinculación con el tejido social manizaleño.
Por un lado, la Universidad Católica de Manizales (UCM) fue el punto de encuentro para los egresados de la promoción de 1990 de su programa de Publicidad, quienes se reunieron para celebrar los 35 años de su graduación. Este tipo de encuentros no solo fortalecen los lazos entre los profesionales formados en la ciudad, sino que también reafirman el sentido de pertenencia y el legado de las instituciones educativas en la trayectoria de sus exalumnos. Por otro lado, la Universidad Autónoma de Manizales (UAM) organizó un acto de reconocimiento al cuerpo oficial de Bomberos de Manizales con motivo de sus 100 años de servicio ininterrumpido a la comunidad. En la ceremonia, el rector de la UAM, Carlos Eduardo Jaramillo, entregó una distinción a los miembros del cuerpo de bomberos, destacando su labor y sacrificio. Este gesto simboliza la alianza entre el mundo académico y las instituciones cívicas fundamentales de la ciudad, reconociendo públicamente el valor del servicio público. Ambos acontecimientos, aunque de naturaleza distinta, reflejan cómo las universidades de Manizales actúan como catalizadores de la vida social, celebrando tanto los logros profesionales de sus egresados como la historia de servicio de las entidades que protegen a la ciudadanía.







